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El baile hormonal y los cambios de humor durante el embarazo

¿Pasas de la alegría a la pena con facilidad? La revolución hormonal va a poner tu sensibilidad a flor de piel, pero tranquila, nada que no puedas tener previsto.

Verás que existen unas cuantas hormonas que tienen un papel fundamental para que el embarazo marche con normalidad.

1. Gonadotropina coriónica humana (HCG). Es la hormona del embarazo por excelencia. La produce primero el embrión en desarrollo y después la placenta. Está presente en la orina y en la sangre de la madre, de ahí que se detecte en los test de embarazo y en las analíticas de sangre. Estimula la producción de progesterona y estrógenos. Ésta supone, entre otras cosas, de que aparezcan los pesados vómitos y las náuseas, también muy incómodas. Pero también gracias a ella decimos adiós a la menstruación durante estos meses.

2. Progesterona. Antes de quedarnos embarazadas ya se producía en nuestro cuerpo, pero con la concepción se incrementa. ¿Para qué sirve? Ayuda a preparar el útero para recibir el óvulo fecundado. También colabora, junto con los estrógenos y la prolactina, en el aumento del tamaño de los senos y la producción de leche. Tus pechos son más grandes ahora, ¿verdad? Vete acostumbrando. Como también a las molestias digestivas y al cansancio.

3. Estrógenos. Es la principal hormona femenina. Sus niveles aumentan cuando estamos embarazadas y estimulan el crecimiento del útero. También los estrógenos ayudan a que nuestro cuerpo produzca leche. Tu piel, además, estará más seca y necesitarás hidratarla a menudo y tu cabello es muy probable que lo notes más fuerte y que no se caiga como antes.

4. Prolactina. Tiene su origen en la placenta y nos prepara para la lactancia. Cuando el bebé mama por primera vez tras el parto, los niveles de esta hormona aumentan en nuestro cuerpo. Esto ayuda a la subida de la leche. Llega a su punto máximo con el nacimiento del bebé.

5. Oxitocina. La hormona del amor siempre estará presente durante el embarazo. ¡No podía faltar! Al final del proceso, cuando llega el gran momento, la oxitocina ayuda a estimular las contracciones del útero y prepara nuestro cuerpo para el parto. Despertará tu instinto maternal, ya sabes...


Pero, tras esta lección de salud, emocionalmente hablando... ¿Qué más cosas nos pueden suceder?


1. Que pasemos de la risa al llanto, y viceversa. Sí, el baile hormonal puede provocarnos eso. Que llores por nada, estando bien, solo viendo una fotografía o un vídeo de cachorros y bebés en Instagram, o que te sientas eufórica porque esta noche tu pareja ha cocinado croquetas. Vívelo cuando te sientas bien y no le des importancia a esa pena que aparece de golpe.

2. Que tengamos ciertos despistes. Es normal que te olvides las llaves del coche al salir de casa, que cuando regreses de la compra no lleves contigo todo lo que necesitabas o que cuando te levantes y vayas al cuarto del bebé no sepas qué es lo que ibas a hacer allí. "¿Pero a qué he venido yo aquí?". Con el embarazo se tienen más despistes. No te lo tengas en cuenta.

3. Que tengamos miedo o ansiedad. Porque es lo mejor que te ha podido pasar, sí, pero te sientes insegura y te asusta el momento del parto. Incluso piensas en si sabrás hacerlo bien, si serás una buena madre y estarás a la altura de esta gran responsabilidad... ¡Tranquila! Todo fluirá y una cosa tras otra. Recuerda que para tu bebé tú eres la madre perfecta.

4. Que nos sintamos felices. Porque ser madre es una experiencia extraordinaria y estás deseando verle la carita al pequeño de la casa. Así que es normal sentir que estás flotando en una nube, feliz. Verás cuando os conozcáis... El flechazo será al instante.


Ante todo, paciencia y relativiza. Utiliza el humor siempre que puedas, será un gran aliado cuando te veas superada por las circunstancias. En un embarazo, en el que todo fluye con normalidad, hay molestias a las que te irás acostumbrando. Eso sí, es fundamental que lleves un seguimiento médico de todo este proceso y que comentes en consulta cualquier duda, síntoma... ¡Lo que sea! El bienestar de ambos es lo más importante.